domingo, 23 de agosto de 2009

Venus y Marte


Hace mucho que quería escribir este post, pero por razones de tiempo no pude, (entiéndase la universidad), la idea me surgió en la ultima semana de vacaciones, a raíz una conversación, de esas muy amenas con una amiga, que a pesar que conozco poco siento que la quiero mucho.

En esa conversión me di cuenta de los distintos que éramos y que somos. Y me hizo repensar un poco en lo distintos que somos en general hombres y mujeres y como nos enseñan a acentuar mas esas diferencias.

Nos enseñaron incluso desde antes de nacer, a tener bien claras las diferencias, siendo un no nato y al haber sido tu sexo ya diferenciado, ya esta tu futuro hogar “programado” para la niña o el niño, a si es, una cuna celeste si eres niño y una cuna rosada si eres niña, decoración preestablecida de los ambientes de tu cuarto con “carritos” si eres niño y “hadas y princesas” si eres niña. Todo antes de haber nacido.

La metodología sigue en la niñez ya cuando somos seres un poco pensaste, nos enseñaron a diferencias un niño de una niña por la ropa e inclusive por el cabello, de ahí surge que los hombres “deben” tener el cabello corto y las mujeres el cabello largo.
Tus primeros juguetes ya esta preestablecidos y es aquí donde quisiera hacer hincapié en este punto, según los psicólogos la niñez es una epata importantísima, pues bien repensemos en esa niñez, y sobre todo en los juguetes a las niñas se les da muñecos generalmente “bebes” como preparándolas para su milenaria tarea de criar hijos peor aun les regalan cocinas de juguete casas pequeñas como programándolas para su tarea y para que tengan claro cual es su función en la vida. Y con los niños ocurre algo peor (a mi opinion) el regalo oscila entre carros y soldados; si, soldados para la guerra cuando eres un niño y sin saber nada de lo que significa una guerra ya estas matando tus juguetes. Tal vea sea exagerado, puede ser.

Mientras vamos creciendo ya las diferencias entre hombres y mujeres se hacen anatómicas y nos enseñan mas formas de seguir separando fuertemente a los hombres de las mujeres. En los deportes, estos ya están preestablecidos, diferenciados fuertemente, futbol (no football) para los hombres y voley para las mujeres, y pobre que aquel chico o chica que se atreva a cruzar esa línea, la muerte social es poco castigo para la victima.

Los estilos se mantienen pero ya no tan marcadamente y alguno que otro chico se deja el pelo largo, claro esto seguido de las críticas de las personas mayores que nos enseñaron en la niñez a que el pelo largo y los aretes son exclusivos de las niñas no de los niños. Las chicas “deben” ser delicadas y hasta débiles muy pulcras y ordenadas ya que el desorden es propiedad de los chicos (e inclusive no se les critica).

Todo esto va formado una marcada imagen ya entrando en la adultez, las enseñanzas se vuelven presiones, “es el hombre quien mantiene el hogar” la mujer esta prohibida de trabajar y solo lo hará cuando sea realmente necesario y esta prohibida de ganar mas que el hombre, y su trabajo real y fundamental será el de mantener el hogar y criar los hijos con la misma mentalidad, así como lo hizo su madre, su abuela y así hasta el comienzo de los tiempos. Así, nos enseñaron que los roles están perfectamente diferenciados y son inalterables.

Pues bien como diría un guru del magment aprendamos a desaprender, todo lo que nos enseñaron en gran medida no sirve, los hombres y las mujeres tiene la misma carga social mismas oportunidades y responsabilidades somos iguales y diferentes no existe un grupo de hombres y otro grupo de mujeres; si, somos diferentes, somos diferentes cada persona, cada ser humano tiene sus propias ambiciones, sueños ,virtudes y defectos no somos cuadrados determinados a pensar de tal manera solo por ser hombre o mujer.

Somos humanos, complejos cada uno en su forma y debemos usar esto no como excusa para encasillarnos sino por conocernos mas y empezar a creer que la amistad entre un hombre y una mujer, si existe como entre una mujer y otra mujer y hombre con otro hombre. Y sobre todo que somos iguales en oportunidades, deberes y derechos, sin machismos ni feminismos a la ultranza.